Otro año mas, el cumple de mi pequeña, 9 van ya…y ya no es tan
pequeña, ya no quiere muñecas ni princesas. Madre mía como crecen…..
La elección de la tarta de este año fue sencillísima, en cuanto
vio el video de Maria Lunarillos de las boquillas rusas, empezó a gritar como
una loca: mami, eso, eso quiero este año!!!!!, y así fue.
El diseño de la tarta fue sencillo, tan sencillo como copiar la
de Maria Lunarillos, pero la elección de los sabores fue mas complicada.
Quería un bizcocho ligero, no muy denso, y en cuanto a la crema, quedaba descartada la buttercream, que no nos gusta en absoluto.
Como siempre me ha dado tan buen resultado la nata vegetal
Ambiante, me arriesgué a hacer el experimento y no salió mal del todo, las
flores no quedaron perfectas, pero estaban riquísimas.
Aunque penséis que es una tarta pesada, no lo es. Hice los
bizcochos el viernes por la noche y monté la tarta el sábado por la mañana, con
mi hija haciendo de pinche, que es un valor añadido…
Vamos con la receta:
INGREDIENTES para 2 bizcochos de 18 cm
5 huevos XL
25 ml aceite de oliva virgen extra suave (yo Arbequina)
100 ml de kéfir de leche
250 gm de azúcar (aquí incluí 2 cucharadas soperas de azúcar
vainillado)
90 gm harina de arroz
122 gm almidón de patata y maíz (50% de cada aproximadamente)
40 gm cacao en polvo Valor sin azúcar
6 gm de levadura química
1 puntita de bicarbonato
Pizca de sal
2 gm de goma Xantana
INGREDIENTES para la crema de Chocolate Blanco
750 ml de Nata Vegetal AMBIANTE
200 gm de chocolate blanco SG
PROCEDIMIENTO
El procedimiento lo he copiado de este blog, y creo que me lo
voy a quedar para siempre, es genial lo esponjosos que quedan los bizcochos.
Precalentamos el horno a 170º
Separamos yemas y claras y preparamos la mezcla de harinas,
levadura y cacao.
Primero, con varillas eléctricas, espumamos las claras, una vez
espumadas, añadimos la mitad del azúcar y montamos un merengue firme y
brillante. Reservamos.
En otro bol, mezclamos las yemas, el aceite y el kéfir y lo
montamos también, que espume y quede como una mayonesa.
En este punto, añadimos el azúcar y mezclamos.
Poco a poco, vamos añadiendo la mezcla de harinas, a la vez que
seguimos mezclando. Yo fui añadiendo a cucharadas.
Cuando tenemos todo integrado, echamos en la mezcla de harinas y
yemas una cucharada generosa de las claras, y mezclamos con una espátula.
Cuando tenemos bien integrado, vamos echando, en el bol de las
yemas, cucharadas de la mezcla e integramos cuidadosamente con movimientos
envolventes. Hay que llevar cuidado para no cargarnos el merengue. Es sencillo,
a mi me ha sorprendido bastante lo sencillo que es.
Repartimos la mezcla en 2 moldes de 18 cm rociados con aceite en
espray y metemos al horno hasta que el palillo salga seco.
Una vez que tengamos los bizcochos, dejamos en el horno abierto
y apagado hasta que se templen, así no se bajan, y desmoldamos para que enfríen
del todo en una rejilla.
En este punto tengo que
explicaros 2 cosa:
1-
Mi idea era hornear 3 bizcochos, para 3 capas, pero no encontré
por ninguna parte la base de uno de mis moldes, así que la solución fue 2
bizcochos mas gorditos cortados con lira. Si tu utilizas 3 moldes, tardarás
menos.
2-
Hay que ser amiga de tu horno, el mío al parecer, calienta
muchisisimo, porque a 170º les salió una panza enorme a los bizcochos. La
próxima vez lo pondré a 160º, mas vale temperatura media mas tiempo, que quemar
el bizcocho.
Cuando tenemos los bizcochos fríos, los cortamos con una lira,
igualando todas las capas, liamos en papel film (por capas) y metemos a la
nevera al menos 12 horas.
Antes de montar la tarta, preparamos la crema.
La nata vegetal ha de estar muy fría para montar bien, así que
yo suelo tenerla en la nevera un par de días antes.
Lo primero que hice fue fundir el chocolate blanco, y dejarlo
atemperar.
Cuando estaba tibio, saqué la nata de la nevera y la puse en un
bol grande (se multiplica por tres)
Monté la nata con varillas eléctricas, y cuando estaba a medio,
mientras yo batía, mi peque fue echando el chocolate fundido en un hilillo.
Cuando estuvo todo, seguí batiendo hasta que quedó firme, firme. Me
encanta!!!!!
Montamos la tarta poniendo bizcocho-nata-bizcocho-nata-bizcocho-nata…..hasta
tener completas las capas. Aplicamos una capa muy fina a la tarta, para sellar
las migas y la metimos a la nevera.
Separamos la crema que quedaba en boles, tantos como colores
decidimos poner, y fuimos tintándola con colorantes alimentarios SG.
Forramos la tarta del color elejido, pusimos en mangas pasteleras
con las Boquillas Rusas la crema de las flores y adornamos la tarta al gusto.
Allí hizo flores todo el mundo, en la tarta, en platos, en
servilletas….es sencillísimo con estas boquillas.
El resultado, ya lo veis, fantástico. Quedamos asombradas de lo
bonita que quedó, tanto que las amiguitas de Victoria quieren todas una tarta
como la suya. Y el sabor…….impresionante. El chocolate blanco, con el chocolate
puro y la vainilla…..eso, impresionante.
Hacedla y me contáis.
Un beso a tod@s
Felicidades a la "peque" y menudo trabajo con las flores, ha quedado muy profesional
ResponderEliminarBesos