Hoy os traigo una receta que yo jamás volveré a hacer. Es una
receta sencillísima, rápida, resultona, es una receta muy socorrida para un
apuro…pero jamás volveré a hacerla.
Y os preguntareis si he perdido la cabeza o me ha dado por los
psicotrópicos, pues no, lo que ocurre es que el sentido común me ha llegado a
los 40 años y he decidido que no puede ser bueno comerse tres llandas de
galletas……
Las hice pensando en “El Cuñao”, que es un fan incondicional de la mantequilla
de cacahuete, lo que no sabía era que a la ratona y a mí nos iban a gustar
tanto. Hasta el punto de que al pobre Cuñao solo le llegaron 8.