Todos
los domingos nos juntamos con la familia de mi marido en la huerta para comer,
así los niños juegan por allí, les da el sol y hacen ejercicio. Aparte de eso,
nos comemos unos arroces magníficos que hace mi suegra, nunca nadie jamás ha
probado nada tan exquisito como el arroz y marisco de mi suegra, es mas, creo
que ya lo he comentado aquí en alguna ocasión.
Bueno,
el caso es que cada semana le toca a uno llevar el postre, pero en ésta
ocasión, mi suegra nos dijo que no comprásemos, que ella iba a hacer buñuelos
de calabaza.
Bueno,
los buñuelos de mi suegra están lo segundo en mi ranking de cosas estupendas, y
al parecer también en el de mi ratona……
Pues
si, en cuanto se enteró de que la abuela María iba a hacer buñuelos preguntó
con “esa cara”, la cara de cordero que me rompe el alma:
- ¿y yo
puedo?
- Pues no hija, tú no puedes….., PERO VAS A
PODER!!!!!!
No
tenía calabaza, pero si boniatos, y pensé que igual daba una cosa que la otra,
así que llamé a mi suegra que con toda la buena intención del mundo me dijo que
ella no sabía las cantidades, que lo hacía todo a ojo.
¡¡¡¡A
ojo!!!!, ¿Qué significa eso?, ¿y cómo se yo la textura que tengo que buscar?
Complicaciones,
complicaciones y mas complicaciones.
Bueno,
el caso es que siguiendo las proporciones que ella me dijo, y teniendo en
cuenta que eran solo para una persona, reduje e inventé (para que nos vamos a
engañar). Y el resultado fueron BUÑUELOS!!!!!
Ingredientes (para
12-15 buñuelos)
- 100 gm de harina panificable
(Proceli)
- 100 gm de boniatos asados en
microondas
- 10 gm de azúcar (la próxima
vez voy a probar con morena)
- 10 gm levadura fresca Levital
- 170 gm agua
Procedimiento
-
Calentamos el agua en el microondas un poquito (muy poco) y disolvemos la
levadura en ella, dejamos reposar mientras hacemos el siguiente paso.
- Batir
los boniatos con el azúcar hasta conseguir una pasta.
-
Añadimos el agua con la levadura y batimos hasta que esté todo integrado.
-
Añadimos la harina y mezclamos con una lengua de silicona hasta que no queden
grumos, lo ordenamos bien (que quede como una bola) y lo ponemos a levar
“abrigado” en un sitio cálido y sin corrientes hasta que doble su tamaño.
- Una
vez levado, ponemos a calentar aceite de oliva en un cazo y cuando esté
caliente, vamos echando los buñuelos (yo me mojo las manos con agua, hago una bolita
y con el dedo corazón les hago un agujerito en el centro justo antes de
echarlos en el aceite)
-
Dejamos que se doren por una cara, les damos la vuelta y doramos por la otra.
-
Sacamos y ponemos a escurrir para que pierdan aceite en un plato con una
servilleta de papel.
-
Cuando han escurrido bien, los pasamos por azúcar y nos los comemos con enorme
placer.
Nota:
me han parecido muy sencillos de realizar, han salido muy buenos aunque la
próxima vez voy a intentar reducir la levadura, y pronto, ya tengo comprada la
calabaza para el próximo experimento.
Probadlos
y me contáis.
Un beso
a tod@s
Si están tan buenos como el aspecto, deben ser una gloria, enhorabuena por darle ese capricho a tu peke
ResponderEliminarY las veces que se lo voy a dar de nuevo...con lo sencillos que son! Pruebalos y me cuentas. Un beso
EliminarOye, este sitio está chulo, eh. Me quedo por aquí!
ResponderEliminar...una pista, ayer estuve sentada a tu derecha ;)
Besos!